jueves, 3 de noviembre de 2011

¿Qué es une estudiante?

¿Qué es estudiar?
¿Quiénes son "estudiantes"? 
¿Cómo se relacionan el estudio y la política? 

Texto sugerido para acompañar la discusión: 
Sobre el estudiar y el estudiante, José Ortega y Gasset 


Post-encuentro 27-10


¿Qué es estudiar? Diferencia entre estudiar como acción metódica y estudiar como necesidad o búsqueda. / “Estudiar” –según lo instituido– implica acercarse a determinado objeto dejando afuera otras posibilidades o formas de llegar a ese mismo objeto. Ese “estudiar” no tiene relación con problematizar prácticas cotidianas ni con la búsqueda de una verdad; se pierde el estudiar como búsqueda. / Si sólo se estudia para acreditar, para llegar a un lugar, ¿se estudia?

Verdad, en el texto de Ortega y Gasset, es aquello que aquieta una inquietud de nuestra inteligencia, algo que “me preocupa porque me ocupa”. Ejemplo que surgió: no podés decir que te interesa la igualdad y tener una práctica elitista. Ahí no hay una necesidad. Una necesidad es transformadora porque te lleva a obrar otra cosa, si no activa no es necesidad en el sentido que se está planteando. / Verdad no es algo estanco, propio del objeto y a lo que el sujeto accede –no es la adecuación entre “realidad” y “representación”– sino lo que se produce en el encuentro sujeto-objeto, lo que opera: una verdad no es tal sin necesidad del sujeto por ella. / Desde aquí -¿yéndonos del texto?- puede pensarse una verdad políticamente comprometida, diferente a la Verdad académica acreditable, comercializable.

El texto está hablando de una preocupación por la verdad que es absolutamente necesaria al estudio: no se puede estudiar sin una pregunta previa, estudiar no es una acción que pueda simplemente “ejecutarse” por una obligación externa. / Diferencia entre necesidad interna y externa: no es diferencia entre individual y social -ambas serían sociales- sino entre una relación constitutiva a la tarea y otra que le es ajena y que a la vez “la aliena”, la convierte en otra cosa.

¿Cómo aparece la necesidad de estudiar? ¿No aparece después del estudio, esto es, de un estudio previo abordado sin necesidad? ¿Todes tenemos una necesidad auténtica de una verdad? ¿Qué pasa si no está la necesidad? ¿Hay que generarla? ¿No tiene que ver con el medio y con les otres?

Algunas aproximaciones… ¿De dónde sale la necesidad? Del malestar, de salirse de la moral militante, académica o la que sea y hacerse una pregunta concreta sobre lo que, efectivamente, está ocurriendo. / Frase de Sartre que dice algo así: “sentimos malestar no cuando se produce algo mucho peor, sino cuando pudimos imaginar algo mucho mejor y volver a lo de siempre nos resulta insoportable”. En contraposición al “cuanto peor, mejor”; se puede generar malestar creando algo más deseable de vivir, otras relaciones sociales que son mucho más placenteras y que pueden transformar el reencuentro con lo de siempre en algo insoportable.

A veces, cuando desde determinadas posturas políticas se reivindica a les estudiantes se lo hace desde el sistema, desde el claustro. Se reivindica un sujeto ontológico estudiantil que, por el solo hecho de ser estudiante, es combativo. O, por el solo hecho de ser estudiante, es une pobrecite a le que hay que incluir. Se obvia que buena parte de les estudiantes tienen una posición pasiva, de la misma forma que la tienen buena parte de los sujetos en el sistema.

Desde el texto, se puede pensar que ser estudiante no es lo dado por claustro, sino tener preguntas ligadas a una necesidad de verdad y una participación activa frente a los saberes y/o situaciones que se nos presentan; lo que puede atravesar tanto a estudiantes como a docentes. Del mismo modo, que hay docentes y estudiantes que no serían estudiantes desde el sentido que allí se está planteando; tienen afinidad por el saber, pero no estudian.

Somos todes estudiantes (no importa el lugar que ocupemos en el sistema) en tanto que nos interesa estudiar, no en tanto que tenemos determinada posición de claustro en la transferencia de un saber pasivo. Estudiante puede ser une docente. / Nadie (ni del claustro docente ni del estudiantil) es estudiante si no hay una actitud activa frente a los saberes y situaciones, si se los reproduce sin hacerles preguntas. / ¿Hay efectivamente más estudiantes en el claustro estudiantil que en el claustro docente? ¿Y si es así  responde a alguna “ontología” o convendría problematizar las posiciones ontológicas/generacionales/claustrales?

Reparo/discusión/pregunta que surgió: pero entonces le estudiante no es le estudiante real, mayoritarie; es otra cosa.  En realidad, hoy, estudiar es acreditar… ¿Por qué habría que llamar “estudiante” a quien se preocupa por una verdad o tiene una participación activa? / Algunas consideraciones:

Es una cuestión ante todo política, no menor, el sentido de “estudiar” / Es importante resignificar a le estudiante como alguien que está afectade por una búsqueda, por una verdad que no tiene que ver con una verdad de fundamento, ni externa, ni dada, ni fija, sino que es verdad en el sentido de que hay una fidelidad a preguntarte algo sin los “como si” propios del sistema: fidelidad con no mentirte, con las consecuencias políticas de una verdad contrapuesta -y con consecuencias políticas contrapuestas- a la verdad del sistema.

No es menor dejarle el sentido de determinados conceptos al sistema, porque los términos no son términos, son conceptos. Los conceptos implican una forma de vida, una construcción de mundo. Eso que parece menor, que es cuestionar el sentido de “estudiante”, es la toma. Y es también el sentido de “trabajador”, como cuando en ocasiones se reivindica desde la gestión los resultados de elecciones del claustro docente como logro del voto de “trabajadores”; pero ahí está en juego el sentido de “trabajadore”. No se discute si trabajadore es quien tiene una relación de obediencia debida con su trabajo o si tiene que ver con organización colectiva. Preguntar a qué se llama “trabajadore”, a qué se llama “estudiante” no es una cuestión menor, es una disputa política.

Que “ser estudiante” siga siendo lo que es le da la razón a quienes, el año pasado, decían “no queremos toma porque queremos estudiar”. Pero eso no es estudiar; estudiar supone hacerse una pregunta sobre qué está pasando en las situaciones que atravesamos: con los sujetos, la institución, etc. / “No queremos toma porque queremos estudiar”: no me vengas a decir que estás defendiendo algo que no estás defendiendo. Lo que estás defendiendo es otra cosa, es acreditación, sistema, mercado, trabajo tuyo para mañana, pero no me digas que estás defendiendo estudio: de interesarte estudiar podías seguir estudiando en la toma, aprovechado más que nunca para hacerte preguntas sobre las instituciones, para ver cómo esas preguntas interpelaban a los textos de las cursadas. / Entonces, si hablamos sin “como si”, estudiante es quien tiene una preocupación por preguntarse qué está pasando, quien agarra un texto porque lo ocupa, porque tiene una relación con esa verdad que es la de operar –que no significa “instrumentalizar”- y no con una verdad meramente “teórica”.